El Arte de Empezar y Abandonar Proyectos: ¿Por Qué Lo Hacemos?

Últimamente me he puesto a pensar en esa adicción a empezar cosas nuevas que todos tenemos - sí, tú y yo, querido lector que seguramente llegaste aquí buscando "cómo ser más constante" o "por qué abandonamos lo que empezamos". Creamos grupos en redes sociales con el entusiasmo de un influencer estrenando OnlyFans, para luego dejarlos morir con la dedicación de un político cumpliendo promesas.  

¿Te pasa lo mismo con tus metas? Yo soy el campeón olímpico de los propósitos abandonados: juré que estudiaría medicina con la disciplina de Navy SEAL, pero mi productividad personal dura lo que una batería de iPhone viejo. Tengo sueños profesionales tan grandes como mi colección de cursos online sin terminar (sí, esos que compré en oferta y nunca abrí).  

Abandonar proyectos parece el deporte nacional de la era digital. Somos como esos grupos de WhatsApp que prometen ser activos y terminan siendo cementerios de memes de 2019. Las redes sociales nos han convertido en expertos en el "ghosting laboral": empezamos con motivación personal por las nubes y al primer obstáculo, desaparecemos más rápido que los seguidores cuando subes una foto sin filtros.  

Pero aquí va mi revelación personal (que quizá te sirva si buscas "cómo ser constante en mis metas"): el fracaso no es el final. Esos hábitos abandonados y proyectos inconclusos no definen tu vida. Como decía mi abuela mientras veía telenovelas: "Hijo, hasta las plantas necesitan regarse todos los días, no esperes crecer sin esfuerzo".  

¿Quieres mejorar tu disciplina? Empieza por aceptar que:  

1. La motivación viene y va como el Wi-Fi público  

2. Lo importante es crear sistemas(no solo metas)  

3. Todos tenemos proyectos fallidos (hasta Zuckerberg creó Facemash antes de Facebook)  


¿Te identificas con esto? Comenta tu mejor "fracaso épico" o ese curso online que compraste y nunca terminaste.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Abre tu regalo!🎁