Sopa de rabo,coliflor y ...un poco de caos.

 El aroma a pimiento y zapallo dorándose en la olla a presión ya flotaba por la cocina cuando me di cuenta: esta sopa era el reflejo perfecto de mi día. Un poco de prisa (porque  tarde es)me gustan hacer las cosas con anticipación, un puñado de verduras que casi olvidé en el refri, y ese rabo de res que llevaba semanas posponiendo… ¡como esas tareas que siempre dejamos para ‘mañana’! Pero hoy, por fin, todo se cocinó junto. Y créanme, el resultado huele… interesante"

Ingredientes técnicos: rabo, coliflor (mi verdura favorita por su terquedad fashion), zanahorias (para endulzar la vida), repollo (porque todo necesita algo verde) y condimentos al azar (aka: lo que encontré antes que caduque). Pero los ingredientes reales fueron: 1 cucharada de paciencia (la olla a presión silbó como mi jefe en reuniones), un chorrito de improvisación (¿quién dijo que el zapallo no combina con repollo?) (es más para sabor)y… ¿fe? Sí, fe en que esto no sabría a experimento fallido" 

¿Alguna vez han cocinado así? ¿Ese ‘ajá, hoy limpio la nevera’ que termina en un platillo entre MasterChef y Nailed It? Confíesenlo en los comentarios (¡no me dejen sola en esto!). Porque la cocina, como la vida, a veces necesita que le metas sin miedo lo que tengas a mano. Y si sale bien, ¡fiesta! Y si no… siempre queda decir que es ‘deconstruido’ 

"Mientras espero a que la olla deje de silbar (igual que yo después de un lunes), pienso: qué bonito es convertir los restos en algo calientito y lleno de sabor. Quizá debería aplicar lo mismo a esos proyectos pendientes… ¿O mejor primero me como esta sopa? 😉 

Descubrí una papa olvidada en el fondo de la alacena! Así que, como en esas películas donde el héroe llega en el minuto 90, la corté en rodajas gruesas y la tiré a la olla junto con un puñado de fideos (sí, esos que compré para emergencias y que hoy cumplieron su destino). ¿Resultado? Un híbrido entre sopa contundente y carbohidrato reconfortante (quita el frío)… porque la vida es demasiado corta para caldos sin sorpresas.  

Y ahora, confieso: ¿quién más ha rescatado una cena con lo primero que encontró? 🥔🍜 ¿O soy la única que cree que los fideos son el duct tape de la cocina? ¡Cuéntenme sus salvamentos épicos en los comentarios! 

Mientras mi olla sigue haciendo su magia, brindo con cuchara en alto: ¡por las recetas improvisadas y los corazones (y estómagos) contentos!".