El Ritual del Budín: Un Acto de Amor para la Mañana

Hay algo profundamente sanador en preparar un budín de pan. No es solo mezclar pan del día anterior con leche, huevos y azúcar. Es rescatar lo sencillo para transformarlo en algo extraordinario. Es ese momento tranquilo en la cocina, donde el único sonido es el crujir de la canela al mezclarse con el azúcar y el aroma dulzón que empieza a llenar la casa, prometiendo felicidad.

Mientras el budín se dora en el horno, uno va preparando el mate. Es el compañero perfecto para esta espera. La amargura vigorizante de la yerba será el contrapunto ideal a la dulzura esponjosa y humeante del budín.

Y luego, llega el momento de la recompensa. Servir una porción generosa, aún caliente, que se deshace suavemente al pincharla con el tenedor. La primera bocanada es un viaje a lo más reconfortante: el pan recupera su propósito en una nueva forma, cargada de cuidado.

Es más que un desayuno. Es un pequeño ritual de amor propio y para compartir. Es la certeza de que, aunque el día traiga sus desafíos, empezarlo con un budín de pan casero y un buen mate es ya una pequeña victoria.

Inspirado en la receta del maravilloso @randomstyle374 en YouTube, quien nos recuerda que la magia está en transformar lo simple en sublime.


☝️Yo lo prepare....vos lo hiciste ?
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